TERAPIA DE PAREJA: QUÉ ES Y EN QUÉ CONSISTE

Aprende sobre la terapia de pareja y como puede ayudarte. Descubre en qué consiste este enfoque terapéutico.

La mayoría de las relaciones pueden necesitar un poco de ayuda en algún momento y no hay que sentirse culpables por ello. La idea de una relación perfecta y sin conflictos no es real. Cualquiera que lleve un tiempo en pareja sabe que las relaciones saludables requieren de un poco de trabajo. Cuando una relación comienza a deteriorarse porque las soluciones que han puesto en práctica sus miembros no son eficaces es conveniente buscar la ayuda de un profesional con quien realizar una terapia de pareja. No son sesiones en las que pelear, sino pautas estructuradas para mejorar la relación.

La terapia de pareja es una intervención psicológica que consiste en ayudar a las parejas a identificar y resolver sus conflictos, proporcionándoles estrategias concretas para mejorar su relación y alcanzar una buena convivencia. La terapia de pareja, a diferencia de la terapia individual, se centra en trabajar la relación y la comunicación entre dos miembros de una unión sentimental. En el contexto de esta terapia se pueden identificar dificultades individuales y habrá que valorar si son causa o consecuencia de los problemas de pareja o ajenos a la relación. Dependiendo de cómo influyan en la pareja se tratarán en esta terapia o se recomendará una terapia individual.

Una pareja puede romperse porque sus miembros han dejado de quererse, pero también porque han sufrido una crisis debida a problemas familiares, económicos, laborales, infidelidades, entre otros, que convierten una buena convivencia en una relación tensa, caracterizada por continuas discusiones y silencios incómodos.

En las relaciones de pareja siempre existen puntos de fricción. Estos pueden deberse a:

– Confrontaciones por las familias políticas
– Desacuerdos en la crianza y educación de los hijos
– Un reparto desigual de las tareas domésticas
– El tiempo dedicado al ocio

Puede suceder que las conversaciones estén llenas de críticas y resentimiento, que la pasión que un día se sintió haya desaparecido o que alguno se sienta poco escuchado y valorado. Al principio, es frecuente que se eviten las discusiones y las críticas, pero con el tiempo los motivos de controversia aumentan. Los miembros de la pareja se muestran cada vez más irritables, hasta que, de pronto, un asunto sin importancia puede desencadenar una discusión y se reprochan todo lo que habían evitado decirse. En el momento en que la relación comienza a debilitarse porque las soluciones dadas por sus miembros son insatisfactorias es recomendable consultar a un profesional en terapia de pareja. Este les ayudará a mejorar la comunicación y a crear nuevas formas de relacionarse, de manera que la pareja pueda aprender otros modos de resolver el desacuerdo y así hacer frente a los problemas actuales y futuros.

Cuando la pareja está rota y decide poner fin a su relación también puede encontrar apoyo en el terapeuta. Este tratará de amortiguar el impacto de la separación ayudando a que se haga de forma civilizada y el entorno (sobre todo los hijos) sufra lo menos posible.

Unas parejas acuden a terapia por conflictos graves dentro de su relación y otras porque quieren mejorar su convivencia y elevar el grado de satisfacción.

• Una primera sesión en la que se realiza una entrevista con la pareja para conocer su historia, sus características personales, sus puntos fuertes y los de fricción. El terapeuta acuerda con ellos los objetivos a alcanzar con la terapia.




• Una segunda sesión en la que, suele ser necesario, tener una entrevista individual con cada uno de sus miembros para ofrecerles un espacio en el que puedan expresarse libremente sin miedo a herir o enfadar a su pareja. El reto será dotarles de los recursos necesarios y la confianza para poder tener esta comunicación con su pareja en un futuro.




• Un programa de intervención de varias sesiones. Este será creado a partir de los objetivos acordados y adaptado a las particularidades y necesidades de cada pareja.

La terapia requiere de esfuerzo y compromiso por parte de todos. La pareja tendrá que poner en práctica todo lo que se trabaje en sesión. Todo esto implicará cambios a nivel individual que supondrán un crecimiento y enriquecimiento para ambos.

Las consultas más frecuentes en terapia de pareja pueden diferenciarse en dos tipos de causas:

CAUSAS INTERNAS

• Problemas de comunicación
• Discusiones recurrentes
• Diferencias en el proyecto de vida
• Desacuerdos en la gestión de las tareas domésticas y la crianza de los hijos
• Dificultades en la vida íntima y sexual
• Infidelidades

CAUSAS EXTERNAS

• Problemas con la familia de origen o la familia política
• Dificultades para formar una familia
• Rechazo o discriminación por el entorno social o laboral

Cualquier pareja que quiera mejorar su relación puede beneficiarse de la terapia de pareja. Unas parejas acuden a terapia por conflictos graves dentro de su relación y otras porque quieren mejorar su convivencia y elevar el grado de satisfacción. Algunas, en cambio, tienen claro que su relación ha terminado y buscan apoyo para separarse de una forma constructiva para ambos.

En algunas ocasiones, uno de los miembros de la pareja no está convencido o rechaza ir a terapia de pareja. Esto suele deberse a dificultades personales para expresar sus sentimientos o a creencias erróneas respecto a la terapia y no a una falta de interés por cambiar y mejorar la relación. Lo cierto es que es frecuente que sea uno sólo de los miembros el que se encuentra más motivado en asistir a terapia. En estos casos, los reproches no ayudan a convencer a nuestra pareja, sin embargo, si entendemos sus motivos podemos animarlos a confiar en la terapia. Conocer los mitos o creencias equivocadas sobre la terapia también facilitará que se aclaren dudas y cambien de opinión.